¿Has escuchado hablar de Monfragüe? ¿Sabes que está en nuestra región? ¿Lo has visitado?
El pasado día 19 de febrero los alumnos de 5º y 6º de Educación Primaria tuvieron la suerte de visitar el Parque Nacional de Monfragüe (Cáceres), a través del programa de la Consejería de Educación extremeña: "Conoce Extremadura: Rutas Naturales".
Hubo que salir bien temprano de Los Santos, pues el camino era largo. A pesar de que el día fue muy lluvioso por aquí; en Monfragüe el tiempo estuvo mucho mejor, lloviznaba a ratos.
La excursión constó de varias partes: 1) La visita a los dos centros de interpretación, situados en la localidad de Villareal de San Carlos , 2) Visita del Salto del Gitano para observatorio de aves y 3) Ruta senderista por el Parque, hasta llegar al castillo.
Durante todo el tiempo estuvieron acompañados de dos monitores, que les explicaban y mostraban los aspectos más relevantes de este paraíso natural: fauna, flora, orografía, zonas, clima, cuenca fluvial ... a través de paneles, maquetas, visionado de un cortometraje, visitas in situ, etc
Se hicieron varias paradas para observar plantas y árboles de la zona. Una parada obligada era en el famoso Salto del Gitano, allí les contaron la leyenda que da nombre a esta zona del Parque y con ayuda de unos telescopios, los alumnos pudieron observar diferentes aves, ¡impresionaba ver a estos animales!
La subida al castillo se hizo por la solana del monte y la bajada por la umbría. Los alumnos pudieron observar las diferencias de flora que había por un lado del monte y por el otro. Fue una pena no poder visitar una cueva con pinturas rupestres, ya que todavía no están abiertas al público.. El paisaje y los rincones eran dignos de ver, pues la niebla le daba un aspecto melancólico al bosque. Finalmente, terminaron la ruta visitando la Fuente del Francés, que también tiene su historia particular y atravesando el puente sobre el río Tajo, desde el cual se podía ver la desembocadura de su afluente, el río Tiétar.
Pararon dos veces a comer, a media mañana estuvieron comiendo en unos merenderos de Villareal con vistas a unos chozos antiguos que utilizaban los pastores en la trashumancia. Para comer, tuvieron que refugiarse ni más ni menos que en ¡una torre del castillo!, debido a la lluvia.
Hubieron una serie de anécdotas graciosas, que hicieron aún más agradable la visita. Lo importante era que los alumnos lo pasaran bien y a la vez aprendieran, siendo conscientes de la necesidad de respetar y proteger este espacio natural único.
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